Imagínate que cada vez que compras carne para tu familia, podrías estar llevándote a casa un riesgo oculto: carne contaminada, sin certificación o incluso mezclas de especies desconocidas. Sorprendentemente, estudios revelan que hasta 22 de cada 100 kilos de carne consumida en México no proviene de rastros certificados (TIF), lo que pone en riesgo la salud de millones de personas.
¿Cómo saber si lo que hay en tu parrilla es realmente carne segura y regulada? Este artículo explora el papel de la Cofepris en la defensa del consumidor cárnico y te muestra qué puedes hacer para proteger a tu hogar.
Correo: dana.malips@gmail.com
En materia de normatividad, la Cofepris aplica dos normas oficiales fundamentales: la NOM‑194‑SSA1‑2004, vigente desde 2005, la cual establece exigencias sanitarias para el sacrificio, faenado, almacenamiento, transporte y expendio de productos cárnicos; y la NOM‑213‑SSA1‑2018, vigente desde diciembre de 2019, que establece disposiciones específicas para productos cárnicos procesados, incluyendo producción, etiquetado, métodos analíticos y control de calidad.
A través de inspecciones regulares en rastros, plantas de procesamiento, carnicerías y supermercados, la Cofepris asegura el cumplimiento de estas normas. Hasta la fecha se han verificado más de 925 000 establecimientos, con más de 14 500 suspensiones y sanciones que suman más de 1.3 millones de pesos, principalmente por prácticas como mala manipulación, etiquetado incorrecto o condiciones insalubres.
Además de la inspección, otra función crucial de la Cofepris es el control de etiquetado y trazabilidad. Vigila que los productos preenvasados cuenten con fecha de caducidad o de consumo preferente clara, sin tachaduras o enmendaduras, y que estén debidamente refrigerados (a temperaturas por debajo de 7 °C) o congelados (a −18 °C o menos).
Para informar al público, la autoridad emite comunicados y recomendaciones. Entre ellas: adquirir carne en establecimientos formales, revisar etiquetas y envases, verificar que las condiciones de frío se mantengan, y denunciar irregularidades mediante la línea 01 800 0335 050 o el correo oficial de Cofepris.
La Cofepris también publica alertas sanitarias cuando detecta riesgos, como carne adulterada o contaminada. Si bien no se han registrado casos recientes de gran impacto en cárnicos, el mecanismo está disponible en su portal para emergencias alimentarias que puedan comprometer la salud pública.
Para los consumidores, el mensaje es claro: la seguridad alimentaria no termina al comprar la carne. Es esencial mantener la cadena de frío desde el punto de compra hasta el hogar, consumir la carne dentro de los plazos recomendados y seguir buenas prácticas de higiene al manipularla: limpieza de superficies, utensilios y cocción completa.
En suma, la Cofepris cumple un rol integral como guardiana de la salud pública en la regulación de productos cárnicos. Gracias al marco normativo (NOM‑194 y NOM‑213), a las inspecciones constantes, al control de etiquetado y a la difusión activa de recomendaciones y alertas, protege a los consumidores de riesgos microbiológicos, químicos o fraudes. Sin embargo, el éxito de esta protección depende también de la corresponsabilidad del público: adquirir, conservar y cocinar adecuadamente la carne es el complemento esencial del esfuerzo regulatorio.
Fuentes: